Estás dando vueltas y vueltas en la cama. No dejas de pensar en ese problema que has tenido hoy en el trabajo o en esa discusión que has tenido con tu amiga. Miras el reloj y te angustias, mañana madrugas y no hay manera de coger el sueño. ¿Qué tal si pruebas teniendo un orgasmo?
Los orgasmos son un remedio natural contra el insomnio. No solo porque nos ayuden a dejar de pensar, o porque nos dejen exhaustas, sino porque científicamente está comprobado que durante el mismo nuestro cuerpo segrega una serie de sustancias que nos ayudan a conciliar el sueño.
La sexóloga Ana García explica que se debe a diferentes hormonas. En primer lugar, haría efecto la prolactina, “que es la responsable de sentirnos más relajados, de tener algo de somnolencia e incluso quedarnos dormidos con más facilidad de lo normal”.
También influiría “la oxitocina, que es la hormona que ayuda a que establezcamos una conexión emocional de la pareja, y a inhibir la producción de la hormona del estrés”, además de la melatonina, “que es la hormona principal que regula el reloj corporal, por lo que su liberación favorece a la calidad del sueño y lo mejora”.
No solo eso, según la sexóloga, durante el orgasmo también segregamos endorfinas “que generan bienestar y felicidad”, por lo que no solo se reducen el malestar que no nos deja dormir, sino que un buen orgasmo ayuda mejorar la calidad del sueño.
Es por ello que si no somos capaces de dormirnos, antes de recurrir a medicación, podemos probar con una sesión de masturbación bajo las sábanas. “Es más, en muchas ocasiones, hay mujeres que se masturban no con el objetivo de obtener placer, sino con el objetivo de relajarse, quedarse somnolientas y dormirse”, aporta García.
Asi mismo, no hay que olvidar que “masturbarse genera calma y alivia, por lo que es muy frecuente que las mujeres se masturben después de un largo día de trabajo, o de un duro día. O simplemente cuando se encuentran estresadas o bajas de ánimo, con el objetivo de sentirse mejor, simplemente”.
Si tenemos pareja, otra opción será pedirle que se anime y se una a la fiesta, si se siente con ganas o si nos puede hacer ese pequeño favor, que al fin y al cabo, también será en su beneficio. Tal y como asegura la experta, “el sexo es muy positivo para nuestra salud, no solo física, también psicológica. Nos ayuda a desconectar durante un rato de nuestras preocupaciones, del estrés o de la depresión, y hace que nos sintamos bien con nuestra pareja, y con nosotros mismos. Más felices, relajadas y animadas”.
Eso sí, la sexóloga solo advierte que hay un motivo por el que el orgasmo puede suponer que no consigamos tener un sueño tranquilo, y es que el buen sexo también “ayuda a querer tener más sexo”.
Por Ana García